Isis llamó al 911 para notificar que su hermana estaba desaparecida. Las autoridades enviaron una unidad al domicilio de Isis para explicarle el procedimiento. Dado que era domingo por la tarde, le indicaron que debía esperar hasta el lunes para colocar la denuncia en la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased).  
El lunes 16 de septiembre del 2018, Isis llegó al edificio de la Dinased, a las 9:00. Aquí le designaron un agente investigador que se dirigió a su domicilio para iniciar las diligencias. “Se hizo la primera búsqueda con el personal de bomberos – recuerda Isis –. Descendieron por la quebrada ubicada cerca de nuestro domicilio, pero no encontraron nada”. 
La siguiente acción fue revisar las cámaras de seguridad del sector, pero no de forma inmediata, sino que fue agendada para ocho días después, pese a la urgencia del caso. 
Cuando los agentes llegaron, se dieron cuenta de que las cámaras de vigilancia públicas se encontraban averiadas. Mientras que el material de las cámaras privadas, correspondientes a los negocios y vecinos del sector, había sido borrado debido a que estaban configuradas para eliminar los registros luego un tiempo determinado. 
Isis lamenta que las diligencias se demoren tanto cuando se trata de una persona desaparecida y que sean los familiares quienes deban investigar por su cuenta:
“Con los años uno aprende que, cuando eres víctima de una desaparición, es mejor acercarse a los vecinos y pedirles que te dejen revisar sus cámaras, ya que las autoridades no lo hacen con prontitud. En ese momento nos encontrábamos en estado de shock y no sabíamos qué más hacer”, dice Isis Subía.

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