Barbie confiado subió al avión carguero C130, sus manos no estaban enmanilladas y estaba escoltado por dos oficiales de la policía boliviana, el Dr. Abularach, médico que se encargaba de controlar su estado de salud y tres funcionarios de la Televisión Boliviana: el Sub Gerente, Hugo Roncal, el periodista Carlos Soria Galvarro y el camarógrafo Armando Caballero, estos últimos fueron llevados en el viaje por el Ministerio de Gobierno, para realizar la cobertura periodística a Barbie y posteriormente sea un material ofertado a las grandes cadenas de televisión extranjera.
Al interior del carguero, no existía un lugar donde sentarse y todos tuvieron que acomodarse como pudieron sobre el piso del avión; el cual se encontraba vacío, con algunos materiales dispersos. La iluminación era deficiente y apenas se distinguían los rostros de los pasajeros. Los tres tripulantes, piloto, copiloto y un ingeniero de vuelo, no hablaban mucho y se oponían a toda solicitud o requerimiento que les hacían los periodistas de TVB.
Tratando de averiguar su destino, Barbie entablaba charla con sus acompañantes, se sentía muy confiado y abierto a las consultas. De ese modo, el periodista Carlos Soria aprovecho su ánimo para convencerlo de la entrevista. Barbie accedió de buena voluntad, se acomodó sobre una carpa improvisada como asiento por el periodista y su camarógrafo, quienes se encontraban con muchas dificultades técnicas para poder realizar la misma; no tenían iluminación e improvisaron la luz de una linterna, el sonido de los motores era ensordecedor y no permitía escuchar las declaraciones de Barbie que a su edad hablaba bajo y pausado.
Carlos Soria, un tanto nervioso al realizar la entrevista, ya que fue sorprendido por las autoridades del Gobierno para el viaje y no le dio tiempo de pensar en un cuestionario, llevar ropa abrigada y despedirse de sus familiares; salió del edificio del TVB con el tiempo justo para abordar el avión. Al momento de plantear las preguntas, Soria consultó a Barbie sobre su pasado, su participación en la Segunda Guerra Mundial y los crímenes que cometió en Francia, tema que el alemán se negó a responder. 
Barbie, hábilmente aprovechó la entrevista para denunciar de la acción que el Gobierno boliviano estaba tomando en su contra, consideraba que era un secuestro y no una extradición. El nerviosismo de Soria y el mínimo conocimiento que tenía sobre Klaus Barbie y su influencia en la política nacional hizo que dirija la entrevista al pasado del alemán y los crímenes de lesa humanidad que cometió en Lyon, Francia, durante la Segunda Guerra Mundial situación que provocó la molestia constante de Barbie y amenaza al periodista con suspender la charla si insistía con el tema.

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