Una de las máximas de la comunicación científica (y de la comunicación en general) es conocer a tu audiencia. Esto es relevante si hablamos de niños y jóvenes, pues tendremos que adaptar el lenguaje y la complejidad del mensaje a la edad de estos según corresponda, sin que esto nos lleve a simplificar en exceso el mensaje. Por otra parte, es importante que las ideas que presentemos resulten atractivas a nuestra audiencia y que capten su atención. Como apuntaba Iván, el público infantil es exigente, pero existen multitud de herramientas que nos permitiran introducir la ciencia de manera divertida e interactiva, para hacerla atractiva a niños y jóvenes.

Un aspecto a tener en cuenta con niños y jóvenes es su calidad de nativos digitales. Como se vé en la última Encuesta de Percepción Social de La Ciencia y la Tecnologia 2018, los más jóvenes (datos a partir de 15 años) utilizan sobretodo internet para informarse, destacandose el uso de las redes sociales y videos (en páginas como Youtube). Además, numerosos estudios apuntan a que las nuevas generaciones estan fuertamente influenciadas por las nuevas tecnologias, lo que cambia su forma de consumir y comunicar, y tienen preferencia por la imagen y lo audiovisual. De hecho, Youtube e Instagram aparecen en numerosos estudios como las redes preferidas de las nuevas generaciones (Estudio Redes Sociales 2018).

El impacto de las nuevas tecnologias en los jóvenes también apareció durante los debates:

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